La mayoría de los casos penales son violaciones de la ley estatal y, por lo tanto, son procesados por funcionarios locales, como los fiscales de distrito estatales o municipales. Los estados manejan muchos casos y se ejecutan en un "circuito", lo que significa que varios tribunales pueden escuchar casos en una jurisdicción. Sin embargo, los delitos que violan las leyes federales (aplicadas a nivel nacional), se convierten en casos federales. Estos casos son procesados por Fiscales Federales Auxiliares y pueden ser investigados por agencias federales, como el FBI, la DEA o ICE. Los casos federales se escuchan en los tribunales federales, establecidos por el Artículo III de la Constitución, con jueces designados por el Presidente de los Estados Unidos. Estos jueces también tienen que aprobar en el Senado, al igual que los jueces que son designados para la Corte Suprema.
